Por falta de tiempo, el futbolista no tiene oportunidad de hacerse su propio desayuno por eso come lo que dejan sus pequeños
-padre de Brooklyn (13), Romeo (9), Cruz (7) y Harper (10 meses) con su mujer Victoria tiene una rutina matutina tan ocupada que tiene que conformarse con las sobras de sus hijos para su propio desayuno.
"¿El típico día? Me levanto cuarto para las siete de la mañana, el bebé se levanta a las siete y los niños a las siete y cuarto. Ya tienen el desayuno listo, lo hago yo. A todos les gustan cosas diferentes. A mi hijo mayor le gustan los croissants con mermelada. A Romeo le gusta mucho la fruta, le encanta la piña y el mango. Cruz prefiere nutella en el croissant. ¡Y yo desayuno lo que sea que sobre! No tengo tiempo para hacerme mi propio desayuno", declaró Beckham a la revista Elle.
Y aunque David no desayuna fuerte, lo recompensa comiendo hasta dos veces al mediodía.
"Llevo a los más pequeños a la escuela -a veces cambiamos los turnos pero al que no llevo por la mañana lo recojo por la tarde- y luego me voy directo desde la escuela a entrenar. Entreno. Como allí. Vuelvo a entrenar, a veces voy a comer un poco más -he trabajado duro, lo necesito- y luego me voy a recoger a los niños al colegio", concluyó.
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